Tercera Cumbre de las Américas – Ciudad de Quebec, Canadá - 2001

Para poder incorporar una mayor cantidad de OSC en el proceso preparatorio de la Cumbre de las Américas de Québec, la Corporación PARTICIPA (Chile), en alianza con la Fundación Grupo Esquel (Estados Unidos) y FOCAL (Canadá), coordinó un proceso de consulta de seis meses con aproximadamente 900 organizaciones de la sociedad civil del Hemisferio. Este proceso, que incluyó 17 consultas nacionales, generó 243 propuestas sobre los temas del Plan de Acción de Québec, las cuales fueron consideradas y clasificadas en una reunión hemisférica que tuvo lugar en Miami, los días 18 al 20 de enero de 2001. Las recomendaciones hechas por la sociedad civil en la Cumbre de Québec de 2001 fueron presentadas el 12 de enero de 2001 en la XXI Reunión del Grupo de Revisión de la Implementación de Cumbres (GRIC).

La Corporación PARTICIPA, con la ayuda de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), la Universidad de los Andes, FLACSO Chile, FOCAL, y ESQUEL coordinaron un taller sobre la "Evaluación del Proceso de Cumbres y Diseño de Estrategia de Seguimiento a la Implementación del Plan de Acción de Québec” en Buenos Aires los días 23 y 24 de mayo de 2002. Basándose en el contenido de este proyecto, las OSC diseñaron la “Estrategia de Seguimiento de la Sociedad Civil a la Implementación del Plan de Acción de Québec”.

En la Tercera Cumbre de las Américas, llevada a cabo en la Ciudad de Québec en abril del 2001, los Jefes de Estado y de Gobierno valoraron los aportes de la sociedad civil al Plan de Acción de Québec e hicieron un llamado para que todos los ciudadanos de las Américas contribuyeran al proceso de Cumbres. Asimismo, reconocieron el importante papel que tiene la sociedad civil en la consolidación de la democracia y su participación en los programas de gobierno como uno de los recursos más importantes para el éxito de las políticas de desarrollo.

Los Jefes de Estado y de Gobierno instruyeron a la OEA y a otras organizaciones multilaterales y bancos de desarrollo a elaborar estrategias con el fin de incrementar la participación de la sociedad civil en el sistema interamericano. Al mismo tiempo, dichas medidas han aumentado la capacidad institucional de los gobiernos de los Estados Miembros a recibir, apreciar y actuar sobre los aportes y apoyo de las organizaciones de la sociedad civil.

Los Jefes de Estado y de Gobierno promovieron el rol de las organizaciones de la sociedad civil -junto con los profesionales técnicos e instituciones regionales y educativas- en el desarrollo e implementación de políticas de manejo de desastres tanto a nivel nacional como comunitario. Además, reconocieron las contribuciones de las organizaciones de la sociedad civil en la promoción de estrategias nacionales para el desarrollo sostenible de la agricultura y para el aumento de los estándares de vida en las áreas rurales.

Finalmente, teniendo la Carta Democrática Interamericana en mente, los Jefes de Estado y de Gobierno solicitaron a las organizaciones de la sociedad civil contribuciones para promover los principios y las prácticas que fortalecen la cultura democrática del Hemisferio. El Plan de Acción de Québec reconoció que la democracia es una forma de vida basada en la libertad y el mejoramiento de las condiciones económicas, sociales y culturales para los habitantes de las Américas bajo buena gobernabilidad, buena gestión y valores, tomando en cuenta los aportes de las organizaciones de la sociedad civil.